Un fin de semana cualquiera, estás en la tranquilidad de tu casa, suena el celular y ¡zaz! te enteras que vienen visitas en la tarde, justo no has ido al supermercado, tampoco tienes nada preparado, la creatividad chispeante que sueles tener, aún está dormitando en el sillón con la película que veías. Acá va una buena idea para salir del paso.
Ya sé, pensarás que es mejor o más rápido ir al supermercado a comprar algo o a la típica pastelería amiga, pero luego de probar esta receta cambiarás de opinión... porque además de ser una receta muy sencilla, no hay nada más rico que demostrar cariño y afecto con algo delicioso, hecho por nuestras manos.
200 gramos de mantequilla
3/4 taza de azúcar
2 huevos
2 tazas de harina
1 cucharada de polvo de hornear
1 pizca de vainilla (líquida)
Preparación
Deja entibiar la mantequilla por un rato, cuando ya esté blanda mezcla con el azúcar hasta que quede una pasta cremosa, añade los huevos, la vainilla, luego la harina alternando con los polvos de hornear, cuando la masa esté tomando una consistencia espesa comienza a amasar con las yemas de tus dedos (no mucho, pero sí lo suficiente), cuando quede sin grumos y totalmente homogénea, puedes separar un trozo y comenzar a estirar la masa con un uslero, llegó el momento de cortar las galletas, si no tienes moldes puedes ocupar un vaso mediano, a medida que las vas cortando, acomoda las galletas en la lata del horno previamente enmantequillada.
Déjalas hornear a fuego medio-alto (sin perderlas de vista) durante 10 a 15 minutos.
Así de rápido están listas, muy sabrosas y crujientes. ¿Qué les pareció la receta?, espero que las disfruten tanto como mi familia.
Bon Appetit!
recetariocanela.blogspot.com
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